Descubre cómo en un lugar de Roma cambió la vida de un joven que influiría profundamente en el futuro de Europa: era San Benito, al que se considera hoy día Patrón de Europa, por la contribución de las abadías benedictinas a la preservación de la identidad cristiana y de la cultura europea. Además, conocerás la Iglesia de San Cosme y Damián, una joya artística que testimonia la la progresiva transformación de Roma en una ciudad cristiana, después de la caída del Imperio romano de Occidente. Siglos más tarde, cuando los papas buscaron la protección de los Francos, Roma revivió su antiguo esplendor gracias a Carlo Magno, coronado emperador en San Pedro el año 800. Así lo testimonia la Basílica de Santa Práxedes.